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¿Tienen alguna utilidad los enormes palos de los molinos?


Si has visto los molinos manchegos, ya sea en persona, ya sea en fotografías, quizás hayas reparado en ese enorme y largo tronco o palo que reposa apoyado en sus paredes circulares. Todos tienen uno, así que si no es una costumbre es que ha de ser útil.
Y así es. Resulta que el tejado cónico de los molinos no está fijo al cilindro de la torre circular, sino que se mueve alrededor de un anillo para poder orientar las aspas en la dirección del viento.
El viento no sopla siempre en la misma dirección, así que resulta obvio que el molino debe tener un sistema que permita orientar fácilmente las aspas. Y en este caso es el palo, que recibe el nombre de palo de gobierno.
Así que gracias al palo de gobierno el molinero hace girar en conjunto del tejado y las aspas. Y una vez están correctamente orientadas se inmoviliza la cubierta fijando el palo de gobierno a una de las piedras semienterradas dispuestas circularmente alrededor del molino.
¿Y cómo hace el molinero para saber con exactitud la dirección del viento? Pues ayudándose de los ventanales situados a lo largo de la torre.