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Las mujeres ya son el sustento de casi la mitad de los hogares

Las mujeres ya son el sustento de casi la mitad de los hogares:
Cinco años de crisis han puesto la sociedad catalana patas arriba. Ha crecido el protagonismo de las mujeres en la economía doméstica; la sociedad se ha polarizado más, hay más ricos, más pobres y menos clase media; ha irrumpido la pobreza entre ciudadanos que trabajan; hay profesionales cualificados con un elevado riesgo de llegar a la extrema pobreza; o una cifra disparada de personas que declaran que viven al día, el 27%.
Todo ello en un contexto en el que la pobreza alcanza a una bolsa de población de tal calibre (casi dos millones) que los estudiosos la segmentan y llegan a la conclusión de que en Cataluña hay 602.000 personas (el 8%) que son pobres extremos: parejas sin hijos que ingresan menos de 535 euros al mes o parejas con dos hijos que no superan los 750.
Y ojo, porque todas estas conclusiones del estudio sobre el impacto de la crisis del Instituto de Estudios Regionales realizado peinando la Encuesta de Condiciones de Vida de la Población se basan en datos de renta de 2010 y datos de mercado laboral de 2011. Desde entonces la situación no ha hecho más que empeorar. “Pensad que los datos negativos, dos años más tarde, son mucho peores”, advirtió ayer el director del estudio, el sociólogo de la UPF Sebastià Sarassa. “Las cifras fotografían una sociedad más polarizada, con más pobreza y evidencian las tendencias que eran esperables, pero otras las desconocíamos, solo se explican por la dureza de la crisis”, manifestó.
Por ejemplo, las mujeres se han convertido en el principal sustento de casi la mitad de los hogares en Cataluña. En 2006, las mujeres solo eran el principal sustento de un 32% de los hogares, frente al 67% de las economías que se aguantaban con el sueldo de los hombres. En cinco años, los procentajes casi se han igualado: en el 54% de los hogares el principal sustento es el hombre, pero la mujer lo es ya en el 46%. El fenómeno se explica porque los hombres fueron los primeros en ser expulsados del mercado laboral. Pero, cuidado: otra alerta del profesor Sarassa. “El peso de las mujeres tiene un impacto brutal sobre el riesgo de pobreza, porque las mujeres tienen salarios más bajos”, avisa.
Uno de los aspectos más interesantes del estudio son los datos referidos al riesgo de perder el empleo: aumenta para todos los trabajadores. No solo eso: sube con más intensidad entre las clases medias y altas, por mucho que tener estudios superiores sea una garantía.
Para los que mantienen el trabajo, las principales caídas salariales corresponden a los directivos y profesionales (cuyo sueldo ha caído un 14% en cinco años), mientras que en las ocupaciones intermedias ha caído un 3,6% y entre la clase trabajadora solo un 1,8%. Y para los que lo han perdido, el paro ha dejado de sustentar los estratos más humildes (porque ya no tiene prestación) y ahora es el sustento de parte de la clase media.