Kerry se entrevistó con Netanyahu en Jerusalén al concluir la jornada de descanso sabática hebrea, tras haberse reunido previamente con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Ammán, al capital jordana.
En el encuentro con el jefe del Gobierno israelí también intervinieron la ministra israelí de Justicia, Tzipi Livni, encargada en el nuevo Gobierno de la negociación con los palestinos, así como el asesor de Seguridad Nacional Yaakov Amidror y el emisario especial de Netanyahu Isaac Moljo.
El secretario de Estado norteamericano, que tiene previsto volver a visitar la zona en abril y mayo, trata de lograr que israelíes y palestinos retomen el diálogo, completamente paralizado desde finales de septiembre de 2010, en un plazo de entre tres y seis meses, según distintos medios.
Kerry considera que las conversaciones deben centrarse primero en cuáles serán las fronteras que delimitarán el Estado palestino, así como en las preocupaciones de Israel en materia de seguridad.
El presidente de EEUU, Barack Obama, efectuó esta semana su primera visita como inquilino de la Casa Blanca a Israel y Palestina, y posteriormente se desplazó a Jordania, el primer país árabe que pisa tras la "Primavera Árabe".
Durante su estancia en la región, Obama manifestó que "la paz es posible", si bien no formuló abiertamente ninguna directriz o recomendación para llegar a ella, limitándose a apuntar que la negociación es la única vía.
Antes de abandonar Israel el viernes, mantuvo un encuentro de dos horas con Netanyahu, a quien puso al tanto de sus conversaciones con Abás.
El primer ministro israelí insistió en que las conversaciones de paz deben abordar las preocupaciones en materia de seguridad tras las revoluciones en los países árabes de la zona que se iniciaron hace dos años.
Destacadas fuentes estadounidenses dijeron al diario "Haaretz" que Obama y Kerry exhortaron tanto a Netanyahu como a Abás a llevar a cabo medidas para restablecer la confianza, que permitan la reanudación de serias negociaciones.
Ambos insistieron en que no debe haber condiciones previas a la negociación tales como la paralización de los asentamientos judíos, pero dijeron a Netanyahu que, para que el diálogo prospere, Israel no debe adoptar medidas para socavarlo tales como la expansión de colonias o el anuncio de nuevas construcciones.