Así lo afirmó hoy en Dublín el secretario general adjunto del Servicio Europeo de Acción Exterior (EEAS), Maciej Popowski, al término de una reunión informal de dos días de ministros europeos de Defensa.
Al encuentro, organizado por el Gobierno irlandés, que desempeña durante el primer semestre del año la presidencia de turno de la UE, también asistió el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.
Popowski celebró hoy la "inmediatez" del comienzo de la misión de la UE, denominada EUTM Mali, que cuenta con un mandato inicial de quince meses y prevé proporcionar asesoramiento y adiestramiento militar a las fuerzas armadas del país.
El modelo de EUTM Mali sigue al implantado para Somalia, con el que Bruselas lleva casi tres años formando en Uganda a militares somalís para que puedan hacer frente por sí mismos a las amenazas para la seguridad, como la que presentan rebeldes yihadistas.
En una rueda de prensa conjunta, el ministro irlandés de Justicia, Igualdad y Defensa, Alan Shatter, explicó que, además de la "instrucción básica en técnicas de infantería", las fuerzas malienses también recibirán enseñanzas sobre "derecho humanitario internacional y protección de civiles y derechos humanos".
En total, la EUTM Mali contará con un contingente de 500 efectivos, 250 de los cuales serán instructores, unos 150 trabajarán en tareas "de seguridad y protección" y el resto formarán parte del aparato logístico, médico o administrativo, señaló Shatter.
España también contribuirá a la estabilización del país dentro de la EUTM Mali con el envío de medio centenar de militares instructores pertenecientes a varias unidades, desde desactivadores de minas hasta expertos en operaciones de combate.
Según Shatter, durante el encuentro informal con sus colegas de la UE también se analizó la Política de Defensa y Seguridad Común, así como la situación en el Cuerno de África, en concreto la misión europea contra la piratería en el océano Índico, UE NAVFOR-Atalanta.
En este sentido, el ministro irlandés destacó la "significativa" caída de los ataques de piratas registrada durante 2012, cuatro años después de la puesta en marcha de la operación Atalanta.
Esta misión tiene como objetivo escoltar los buques mercantes que transportan ayuda humanitaria del Programa Mundial de Alimentos de la ONU y los barcos de la misión de la Unión Africana en Somalia.
También tiene como metas disuadir e impedir los actos de piratería en las aguas del Índico y controlar la actividad pesquera frente a las costas somalís.