Y es que este nuevo escándalo de corrupción ya se ha cobrado la cabeza de Mulas, una vez comprobado que la ficticia autora Amy Martin no solo no existía, sino que era el mismo Mulas el que escribía los artículos en la página web de la fundación, cobrando jugosas cantidades por ello.
[Relacionado: Las pruebas y testimonios de que en el PP hubo sobres para la mayoría]
Un negocio muy fructífero para el dirigente, ya que se ha embolsado con este sobresueldo la friolera de 50.000 euros durante varios años, llegando a recibir 3.000 por artículo, tal y como desveló en exclusiva el periódico El Mundo, de la mano del periodista Carlos Segovia.
Cuando el diario se puso en contacto con la fundación requiriendo datos que identificasen a la onerosa redactora, Mulas negó haber cometido irregularidades, pero no facilitó la información requerida.
Incluso, en una huida suicida hacia adelante, el gerente dio una vaga explicación al periódico: "Creo que Amy Martin es una analista política, yo sólo la he visto una vez", confesó.
[Más: Un día negro en la historia política española]
Sin embargo, los testimonios de exempleados y las contradicciones no tardaron en revelar la verdadera naturaleza de la columnista, prolífica en temas tan variopintos como el cine nigeriano o la medición de la felicidad, escritos que curiosamente coincidían con los realizados también por Mulas.Teniendo en cuenta estos factores, era cuestión de tiempo que se descubriera el fraude de Amy Martin y la exclusiva de El Mundo ha terminado por destapar el engaño de Carlos Mulas, que solo por su cargo de director de la Fundación, ya se embolsaba 5.625 euros mensuales.
A media tarde, Jesús Caldera, vicepresidente de la entidad, ha decidido rescindir el contrato de Mulas una vez comprobada la falsa autoría de los artículos de Amy Martin.
En un comunicado de la Fundación, el exministro socialista ha "exigido" el reintegro de "todas las cantidades facturadas en los años 2010 y 2011 a nombre de Amy Martin" y ha ordenado “de forma inmediata una investigación exhaustiva” para esclarecer los hechos. Punto y final a la historia de Amy Martin, apenas unas horas después de darse a conocer. Su creador, sin embargo, no lo tendrá tan fácil para desaparecer. La fundación ya estudia acciones legales contra él
La noticia ha tenido un gran impacto en las redes sociales e incluso ha habido quien se lo ha tomado con humor, creando un perfil ficticio en Twitter de Amy Martin, con una imagen del propio Mulas con peluca, y desmintiendo la información de El Mundo.
Quiero desmentir desde mi Twitter las afirmaciones de @elmundoes: no soy una identidad falsa, sino una persona de carne y hueso.
— Amy Martin (@AmyMartin_Ideas) enero 23, 2013