Dudas en "secuestro" de la joven Virginia:
–¿Estás bien, Virginia? “Sí, sólo dolorida por los nervios y la tensión”.
–¿Fuiste secuestrada?, “Sí, necesito tranquilizarme, después vamos a hablar”.
Este fue parte del escueto diálogo que Virginia Gallardo (19) mantuvo con los periodistas ayer, tras reaparecer y conversar con el fiscal Julio Rivero en la unidad judicial de Río Cuarto.
La estudiante era buscada por toda la Provincia. Su familia denunció el martes su desaparición. La chica asegura que la raptaron el lunes por la noche y que logró escapar en la madrugada del miércoles, en Córdoba capital. A las 5.30 pidió auxilio a un policía en Rondeau y Balcarce, barrio Nueva Córdoba.
La familia de Gallardo, oriunda de Vicuña Mackenna, había tenido un último contacto con ella el lunes a las 22. Según Anabel, su hermana, Virginia les contó que cuando fue a sacar la basura “la subieron por la fuerza a una trafic blanca y, vendada, la trasladaron de un lugar a otro y escuchó gritar a otras chicas”. En el departamento de San Martín al 700, quedaron sus apuntes, el mate y los anteojos sobre la mesa.
La versión se contrapone con datos aportados por dos vecinos de Río Cuarto que dicen haber visto a Gallardo a las 14 del martes en la ciudad. Uno de ellos declaró haber visto que se bajaba de un colectivo de la línea 17 y que aparentemente alguien la esperaba cerca de la universidad.
“Coherente”. El fiscal Julio Rivero evitó pronunciarse sobre los dichos de Gallardo y se limitó a expresar que lo importante es que la joven apareció sana y salva. “El relato de Virginia es coherente, pero obviamente su credibilidad dependerá del cotejo con otras pruebas”, manifestó el fiscal.
Admitió que la joven dice haber sido captada por varias personas y que donde la llevaron habría otras chicas en su misma situación. La estudiante asegura haber sido subida por la fuerza a un vehículo y golpeada, pero no se le habrían detectado rastros de violencia. “Fui golpeada en todo el cuerpo pero son sólo golpes, nada más”, dijo Virginia a los periodistas. La joven aseguró que, tras escapar, tuvo que caminar entre 15 y 20 cuadras hasta hallar un policía. Según los investigadores, estaba en buen estado, descalza, con signos de haber pasado mucho tiempo al sol y tenía en su poder su celular, sin chip.
Una hipótesis es la posibilidad de una relación desconocida por su familia. Gallardo tenía que rendir el martes una materia de la carrera de Psicomotricidad que cursa en el colegio Menéndez Pidal de Río Cuarto. Sus compañeras admiten que Virginia “es bastante reservada”. No creen que se haya ido para evitar el examen porque, según aseguran, tiene facilidad para los estudios. Gallardo también juega al hockey y las integrantes de su equipo en pocas horas organizaron una activa búsqueda, con afiches y por las redes sociales.
“Cuando menos lo esperamos, un desafío pone a prueba nuestro coraje y posibilidad de cambio”, citó en su propio Facebook Virginia, días atrás.