La Audiencia confirma la libertad condicional del etarra Bolinaga
La Audiencia Nacional acaba de confirmar la libertad condicional del etarra enfermo de Cáncer Iosu Uribetxeberria Bolinaga. La Sección Primera de lo Penal ha decidido por cuatro votos contra uno confirmar la decisión del juez de Vigilancia Penitenciaria, José Luis de Castro, de conceder ese progreso de grado al secuestrador de José Antonio Ortega Lara. El magistrado ponente, Nicolás Poveda, ha anunciado un voto particular. La decisión se ha tomado pese a la oposición de la fiscalía, que se había ratificado horas antes en su recurso contra la liberación.
El resultado de la decisión de la sala ha sido comunicado ya al hospital en el que está siendo tratado del cáncer que padece el terrorista. El etarra podría salir ya, aunque su estado aconseja mantenerlo ingresado de momento. La decisión ha sido acogida con brazos y besos entre las personas que se encontraban concentradas a las puertas del hospital. Por su lado, la Asociación de Víctimas del Terrorismo ya ha calificado de "humillación" la confirmación de la libertad condicional.
El colectivo de apoyo a los presos de ETA Herrira ha anunciado que en breve hará una valoración sobre la concesión de libertad condicional. Una treintena de personas se concentra en las puertas del Hospital Donostia, informa Inés P. Chavarri.
El rechazo de la fiscalía se basaba en el informe de la médico forense de la Audiencia. El empeoramiento del estado de salud del asesino y secuestrador Iosu Uribetxeberria Bolinaga, reflejado por los informes del hospital Donostia de San Sebastián, no es más que el resultado de los efectos secundarios del tratamiento de radioterapia que recibe. Así lo mantiene la médico forense Carmen Baena en su último informe sobre el preso y lo recoge el ministerio fiscal en sus alegaciones al caso, en las que ratifica su recurso y se opone a la libertad condicional que le concedió el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional José Luis de Castro. A las cinco, la sección primera tiene previsto reunirse para resolver el caso.
La fiscalía, cuyo escrito firma esta vez Carlos Bautista, vuelve a basarse en el informe de la forense que, como en su dictamen anterior, niega que Uribetxeberria se encuentre terminal. El escrito de alegaciones del ministerio público mantiene que la negativa del interno al tratamiento y el deseo expresado de “abandonar el tratamiento y morirse”, es una situación que “tiene como antecedente la huelga de hambre que el interno mantuvo durante varios días”. Es decir, que esa renuncia al tratamiento sería en realidad un chantaje que no puede verse premiado “por la obtención del beneficio que pretende”, es decir, la libertad condicional.
Respecto al deterioro de la salud de Uribetxeberria, el escrito del fiscal mantiene que “es momentáneo y secundario al tratamiento contra el cáncer que padece y a la voluntaria huelga de hambre del anterior”, huelga que califica de “coactiva”. Bautista asegura que no es posible establecer “salvo interpretación tendenciosa e interesada”, que ha existido un empeoramiento “que lo sitúe en inminente riesgo de muerte”.
Las alegaciones del ministerio público recogen párrafos íntegros del nuevo informe de la forense cuyas conclusiones son las siguientes:
“Procede la reevaluación del enfermo una vez que desaparezcan los efectos secundarios del tratamiento recibido para que sea posible evaluar los posibles beneficios reales del mismo y recalcular nuevamente la mediana de supervivencia que se le puede atribuir”.
El fiscal, además, reprocha al tribunal que haya pedido un nuevo informe forense sobre el preso y mantiene que esa diligencia "tiene un dudoso encaje legal". El ministerio público asegura que la sala no le ha dado traslado del informe médico del Hospital Donostia del 22 de agosto en el que se fijaba la supervivencia del etarra en tres meses, ni el acta levantada por el juez De Castro durante su visita al centro sanitario vasco el pasado 28 de agosto, cuando se entrevistó con los oncólogos que tratan al terrorista.
La sección primera, formada por Fernando Grande-Marlaska, Javier Martínez Lázaro, Ramón Sáez, Nicolás Poveda y Alfonso Guevara se reunió con estos dos informes sobre la mesa a las cinco de la tarde para deliberar el recurso. La cuestión es si la “enfermedad grave e incurable” de Uribetxeberria es suficiente para accede a la libertad condicional sin que el preso terrorista suscriba una declaración expresa de rechazo a la violencia y de perdón a las víctimas.
El resultado de la decisión de la sala ha sido comunicado ya al hospital en el que está siendo tratado del cáncer que padece el terrorista. El etarra podría salir ya, aunque su estado aconseja mantenerlo ingresado de momento. La decisión ha sido acogida con brazos y besos entre las personas que se encontraban concentradas a las puertas del hospital. Por su lado, la Asociación de Víctimas del Terrorismo ya ha calificado de "humillación" la confirmación de la libertad condicional.
El colectivo de apoyo a los presos de ETA Herrira ha anunciado que en breve hará una valoración sobre la concesión de libertad condicional. Una treintena de personas se concentra en las puertas del Hospital Donostia, informa Inés P. Chavarri.
El rechazo de la fiscalía se basaba en el informe de la médico forense de la Audiencia. El empeoramiento del estado de salud del asesino y secuestrador Iosu Uribetxeberria Bolinaga, reflejado por los informes del hospital Donostia de San Sebastián, no es más que el resultado de los efectos secundarios del tratamiento de radioterapia que recibe. Así lo mantiene la médico forense Carmen Baena en su último informe sobre el preso y lo recoge el ministerio fiscal en sus alegaciones al caso, en las que ratifica su recurso y se opone a la libertad condicional que le concedió el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional José Luis de Castro. A las cinco, la sección primera tiene previsto reunirse para resolver el caso.
La fiscalía, cuyo escrito firma esta vez Carlos Bautista, vuelve a basarse en el informe de la forense que, como en su dictamen anterior, niega que Uribetxeberria se encuentre terminal. El escrito de alegaciones del ministerio público mantiene que la negativa del interno al tratamiento y el deseo expresado de “abandonar el tratamiento y morirse”, es una situación que “tiene como antecedente la huelga de hambre que el interno mantuvo durante varios días”. Es decir, que esa renuncia al tratamiento sería en realidad un chantaje que no puede verse premiado “por la obtención del beneficio que pretende”, es decir, la libertad condicional.
Respecto al deterioro de la salud de Uribetxeberria, el escrito del fiscal mantiene que “es momentáneo y secundario al tratamiento contra el cáncer que padece y a la voluntaria huelga de hambre del anterior”, huelga que califica de “coactiva”. Bautista asegura que no es posible establecer “salvo interpretación tendenciosa e interesada”, que ha existido un empeoramiento “que lo sitúe en inminente riesgo de muerte”.
Las alegaciones del ministerio público recogen párrafos íntegros del nuevo informe de la forense cuyas conclusiones son las siguientes:
“Procede la reevaluación del enfermo una vez que desaparezcan los efectos secundarios del tratamiento recibido para que sea posible evaluar los posibles beneficios reales del mismo y recalcular nuevamente la mediana de supervivencia que se le puede atribuir”.
El fiscal, además, reprocha al tribunal que haya pedido un nuevo informe forense sobre el preso y mantiene que esa diligencia "tiene un dudoso encaje legal". El ministerio público asegura que la sala no le ha dado traslado del informe médico del Hospital Donostia del 22 de agosto en el que se fijaba la supervivencia del etarra en tres meses, ni el acta levantada por el juez De Castro durante su visita al centro sanitario vasco el pasado 28 de agosto, cuando se entrevistó con los oncólogos que tratan al terrorista.
La sección primera, formada por Fernando Grande-Marlaska, Javier Martínez Lázaro, Ramón Sáez, Nicolás Poveda y Alfonso Guevara se reunió con estos dos informes sobre la mesa a las cinco de la tarde para deliberar el recurso. La cuestión es si la “enfermedad grave e incurable” de Uribetxeberria es suficiente para accede a la libertad condicional sin que el preso terrorista suscriba una declaración expresa de rechazo a la violencia y de perdón a las víctimas.