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El tema de la Parusía es el más trascendental e importante de toda la Sagrada Escritura. A través de toda la Revelación, Dios ha ido anunciando y preparando dos acontecimientos fundamentales para la historia de la salvación: la venida del Mesías y el advenimiento del Reino de Cristo en la tierra. En el Antiguo Testamento, las dos venidas del Mesías estaban profetizadas conjuntamente, de manera que por momentos no se distinguía la primera de la segunda.
Por su parte, en el Nuevo Testamento se anuncia repetidamente la vuelta del Mesías en Poder y Majestad, como Rey y Juez. A este acontecimiento de la Segunda Venida también se le conoce como Parusía, que en griego significa“hacerse presente o presencia” o “manifestación”, y es el tema esencial del Apocalipsis.
La Segunda Venida del Señor a la Tierra
Uno de los principales dogmas de la fe cristiana es la Segunda Venida de Cristo. Y así lo reiteramos en el Credo ―“… y de nuevo vendrá con gloria a juzgar a vivos y muertos”. Todos los católicos afirmamos este dogma en el Credo durante la Santa Misa. Además en el Padre Nuestro pedimos: “venga a nosotros tu reino”, y qué pocos piensan lo que realmente rezamos en esta petición, que no es sino que se realice el segundo advenimiento de Cristo y con Él su reinado que no tendrá fin.
Lamentablemente, para la mayoría de los católicos y para la casi totalidad de la humanidad este hecho fundamental y extraordinario en la historia del mundo es bastante olvidado. Es un espléndido dogma muy poco meditado:
“Varones de Galilea, ¿qué hacéis ahí mirando al cielo? Este Jesús que os ha sido llevado de entre vosotros al cielo, vendrá así tal como le habéis visto subir a él.”, dijeron los dos ángeles de la Ascensión (Hechos 1, 11).
Así pues, el dogma de la Segunda Venida de Cristo o también llamado Parusía como se ha dicho, es tan importante como su Primera Venida o Encarnación. Si esto no se entiende, simplemente no se entiende nada de la Escritura ni nada de la historia de la Iglesia, ni nada de lo que está ocurriendo en estos tiempos. Así que contra lo que muchos creen y esperen hoy en día, Jesucristo vuelve, y vuelve pronto, muy pronto y está a las puertas.
La Parusía y la Segunda Venida
Cuando se habla de la Parusía de ordinario se entiende sin más que nos estamos refiriendo a la Segunda Venida de Cristo, acontecimiento que es dogma de fe; pero aquí a la Parusía hay que darle una connotación mucho más amplia, puesto que no se reduce simplemente a un refulgente y único acontecimiento histórico en el que Jesucristo regresa al final de la historia en medio de las nubes para juzgar a los hombres y dar a cada quien lo suyo e iniciar la vida eterna en el Cielo; sino que la Parusía abarca todo un largo tiempo en el que se inaugura a Plenitud el cumplimiento del Plan de Dios para con el género humano, primero en su etapa intrahistórica – dentro de la historia - con el Reino Milenario de Cristo en la tierra, que va a culminar cuando“Cristo entregue su reino al Padre, una vez habiendo sometido a sus pies a todos sus enemigos”, inaugurando entonces la etapa metahistórica – más allá de la historia - con la prolongación del Reino de Cristo en el Cielo y que no tendrá fin.
Lo que abarca la Parusía
Dicho en otras palabras, la Parusía expresa toda una larga época que comprende desde el inicio del llamadoDía de la Ira de Yahvé, en la que se manifestará Su Justicia Divina en contra de las naciones en este mundo (Juicio de Naciones) hasta el establecimiento de la llamada Jerusalén Celestial, pasando por el castigo de la Gran Babiloniala Batalla del Armagedón y el Milenio de Paz, en el que se establecerá el Reino de Dios plenamente en la tierra, dando lugar a lo que se conoce como la Nueva Jerusalén, ya con la conversión total de los judíos hasta el día de la Vuelta física y Gloriosa de Nuestro Señor, al fin del mundo, donde todo ojo lo verá.
En San Pablo encontramos la cita que nos anuncia claramente al momento de la Parusía. Dice así el Apóstol de los Gentiles:
“Por lo que respecta a la venida de Nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con Él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis alterar tan fácilmente en vuestros ánimos, ni os alarméis por alguna manifestación del Espíritu, por algunas palabras, o por alguna carta presentada como nuestra, que os haga suponer que está inminente el Día del Señor. Que nadie os engañe de ninguna manera.”
Ahora San Pablo va a explicar qué ha de suceder primero para que venga la Parusía. Dice:
“Primero tiene que venir la apostasía y manifestarse el Hombre impío, el Hijo de la perdición, el Adversario que se eleva sobre todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto, hasta el extremo de sentarse él mismo en el Santuario de Dios y proclamarse que él mismo es Dios...entonces se manifestará el Impío, a quien el Señor destruirá con el soplo de su boca y aniquilará con la manifestación de su Parusía.” (2, 1 – 8)
El texto deja en claro que el reinado del Anticristo será derrotado por el “soplo de su boca” y la “manifestación de su Parusía”. Uno y otro acontecimiento – Anticristo y Parusía - están pues estrechamente unidos. Dicho en otras palabras: El mal acarreado por el Inicuo, será ahogado en la sobreabundancia del bien divino, que será la Parusía.
La Parusía pondrá fin pues al Misterio de la Iniquidad encabezado por el Anticristo, a través precisamente o por medio de la guerra que le va a hacer Jesucristo al Anticristo, mediante la cual la tierra entera sufrirá lo que se conoce como el Día de la Cólera o Día de la Ira de Yahvé. Este castigo en el que el “Señor entrará en Juicio contra todas las Naciones” tiene su principal cumplimiento con el castigo de la Gran Babilonia.
Recapitulando, la Parusía comprende:
  1. Día de la Ira de Yahvé o Día de la Cólera, Juicio de Naciones;
  2. Batalla del Armagedón;
  3. Caída de Babilonia;
  4. Derrota del Anticristo y su encierro en el infierno junto al Falso Profeta;
  5. El Reino Milenario, la Nueva Jerusalén, Nuevos Cielos y Nueva Tierra, etc.
  6. Declinación final y desencadenamiento último de Satanás;
  7. Juicio Final y Vuelta Física y Gloriosa de Jesucristo; y
  8. Jerusalén Celestial y Eterna.
Parusía como Juicio y Parusía como Reino
Tenemos entonces que por un lado el Día de la Ira comprende una serie de actos sucesivos, es decir, Juicio de Naciones; Caída de Babilonia; Batalla de Armagedón y Derrota del anticristo. Y toda vez que el Señor en su Venida primero Juzga y luego Reina, entonces, la Parusía tiene 2 fases; Parusía como Juicio y que engloba todo el proceso de la Justicia Divina; y Parusía como Reino con el establecimiento a Plenitud de Su Reino en toda la tierra, en la que Él será Rey de reyes y Señor de señores y en la que habrá un solo Rebaño y un solo Pastor; conocido también como la Nueva Jerusalén o los Nuevos Cielos y Nueva Tierra; o también llamado Segundo Pentecostés o Triunfo del Corazón Inmaculado de María, o Reino de la Divina Voluntad; o Milenio de Paz; o Civilización del Amor, Reino de los dos Corazones o Nueva Comunidad, entre otros nombres.