Reiki para todos, por Montserrat Oliveros González
Llevo 17 años trabajando con el Reiki y durante todo este tiempo he visto mejorar mi vida y la de cientos de personas que he tratado como pacientes o que he iniciado con los cursos.
Cuando hablo de “Reiki para Todos” es porque me gustaría que todas las personas que buscan un cambio en sus vidas o a las que alguien les acaba hablando del Reiki y no acaban de entender cómo funciona, sepan que Reiki sencillamente es “energía”.
Es fácil de entender, fácil de aplicar y fácil de sentir la energía como fluye a través de las manos, pero sobretodo también recalcar que no es algo mágico como muchos asistentes a mis cursos piensan.
Por ejemplo, en los cursos la gente suele venir con la duda de cómo cambiará el reiki sus vidas, pero durante todo el día van comprobando como las manos van cambiando de temperatura, como despiertan la capacidad de ver colores (cosa que nunca les había pasado). Otros notan la sensación de cómo sus manos entran dentro del cuerpo de la persona. Yo les explico que sencillamente tras la primera iniciación de Reiki, la persona empieza a tener un primer contacto con su potencial interno, y que eso significa que empezarán a cambiar su nivel de sensibilidad a medida que vayan haciendo reiki, y que esto les permitirá ser más receptivos a como están las personas con las que vayan practicando.
Nuestras vidas no cambian de la noche a la mañana recibiendo Reiki o haciendo un curso de Reiki. Nuestras vidas cambian a medida que tomamos conciencia de nuestros miedos, nuestras angustias y preocupaciones y Reiki nos ayuda a ser fuertes interiormente para enfrentarnos a ello. Es como si a medida que recibimos esta energía nos hacemos más conscientes de los problemas que hay en nuestras vidas y que tenemos que solucionar. Reiki por sí sólo no los soluciona, reiki nos ayuda a darnos cuenta a nivel consciente de ello, y esto nos lleva a buscar ayuda ya sea de un amigo, de un terapeuta o incluso puede llegar a ser de un médico.
Reiki nos ayuda a mejorar nuestro sistema nervioso para tomar las decisiones desde un estado más tranquilo y sosegado; ayuda a mejorar nuestro sistema inmunitario para poder, desde un estado de buena salud, abordar cualquier situación conflictiva; otras cualidades son lo bien que funciona en los niños, ya que les ayuda a relajarse cuando están acelerados y eufóricos cuando los padres no sabemos qué hacer para que se tranquilicen, también ayuda a calmarles dolencias menores provocadas por un dolor de barriga o un golpe por una caída. En resumidas cuentas, ayuda en todos esos momentos en los que no sabemos qué hacer y simplemente poniéndoles las manos, ya se tranquilizan.
Si por ejemplo traspasamos toda esta información, al momento presente donde todas las estructuras económicas y sociales se están derrumbando. Donde la gente vive en un estado de ansiedad y de miedo, podríamos decir que las personas que conocen el reiki ya sea porque van a un terapeuta a hacerse sesiones, o porque ha hecho un curso y se hace las sesiones de autoreiki, este miedo colectivo lo viven a niveles reducidos, ya que entran en un nivel de energía que les permite ver los problemas desde un punto de vista más secundario y no tanto en primera persona. Entonces al ponerse en un segundo plano pueden ver como esa angustia se está generando por todo lo que oyen durante el día, pero muchas veces al conectar con su verdadero yo a través del reiki, se dan cuenta de que todo lo que oyen no lo sienten realmente, sino que lo que sienten es un sentimiento de paz y confianza.