Buscar este blog


Mensaje acerca del 2012




El año 2012, supuesto fin de la era maya, se ha convertido en un tema de moda. Con 20 películas de Hollywood, cientos de libros, miles de artículos en revistas y más de tres millones de páginas de Internet hasta diciembre del 2011, este es, sin dudas, uno de los asuntos más publicitados del momento en todo el mundo.

Como es obvio, la atención de los medios ha suscitado el interés de los empresarios turísticos y los políticos. Tenemos a Felipe Calderón, presidente de México, explicando que “el 21 de diciembre de 2012 es una fecha significativa en la cuenta maya”. Porfirio Lobo, el presidente de Honduras, añade que en ese día “se acaba la era de la civilización maya y veremos el inicio de una nueva era”. ¡Hasta Fidel Castro ha declarado recientemente que la máxima riqueza de México “no es el petróleo, sino la cultura maya”!

Uno se pregunta: ¿qué hay detrás de ese repentino interés? ¿Por fin se estarán preocupando nuestros políticos por las tradiciones de los pueblos indígenas de América, o será que le están echando el ojo a la derrama de casi 300 mil millones de pesos que dejarán los cerca de 52 millones de “turistas apocalípticos” que vendrán a Mesoamérica en el 2012?

Y uno se sigue preguntando: ¿cuánto de ese dinero llegará realmente al pueblo? ¿Bastará el interés generado para descifrar de una vez el calendario maya? ¿Se le devolverán a los mayas sus textos sagrados, aún sin una traducción digna? ¿Se destinará parte de ese recurso a educar al pueblo en su verdadera historia, para que no seamos “extranjeros en nuestra propia patria”, como escribe Guillermo Marín?

Digámoslo claramente: el fenómeno del 2012 es un cuento; el calendario maya no terminará en ese año. Y las profecías que circulan por ahí a nombre de los mayas no son mayas, sino un invento de un gurú de la Nueva Era llamado José Argüelles. 

Entonces, ¿de dónde nace la expectativa del 2012? Todo empezó con una confusión. En la década de 1890, un investigador calculó que el presente ciclo del calendario maya terminará en 2012. Más tarde, otros investigadores llegaron a la misma conclusión y de ese modo surgió la “correlación GMT”, llamada así por los apellidos de sus principales difusores: Goodman, Martínez y Thompson.

El calendario maya, también conocido como la “Cuenta Larga”, es un sistema de medición del tiempo creado por los olmecas hace milenios y empleado por los mayas, zapotecas y otros pueblos del México antiguo. Se compone de una serie de años de 360 días llamados “tunes”, que forman bloques de 20 años llamados “katunes”. Veinte katunes forman un Baktún y trece baktunes forman un Sol o Era de 5125 años.

La confusión respecto al momento en que termina la era maya se dio porque los investigadores se basaron en una sola fecha para hacer su correlación, contenida en la Crónica de Oxkutzcab. Y una sola fecha no permite hacer comprobaciones. Además, falsearon un dato, sustituyendo un 8 por un 7, ¡para que se ajustara a su teoría! Lo más grave es que no tuvieron en cuenta que dicha crónica NO contiene fechas de Cuenta Larga. Si una investigación como ésa se hubiera hecho en la actualidad, nadie la aceptaría.

En otras palabras: todo el asunto del 2012 es una especulación sin base científica. Por eso, en tiempos recientes y con más información, otros investigadores han propuesto fechas diferentes. En este momento se manejan más de cien correlaciones del calendario maya, ninguna de las cuales explica por completo los datos arqueológicos. Y la investigación sigue.

Sin embargo, la especulación del 2012 no hubiera tenido trascendencia de no ser por la acogida del público. ¿Por qué tantas personas en toda la Tierra están pendientes del fin de la Era maya? Eso se debe a que la humanidad nunca ha estado tan desesperada como hoy. El crecimiento demográfico, el agotamiento de los recursos, las malas condiciones de vida, el auge de la delincuencia y la rapiña de los gobiernos hacen que la gente clame por un cambio, sea éste cual sea, incluso una devastación total...

Por otro lado, las religiones tradicionales han agotado nuestra capacidad de creer. Podríamos hacer una larga lista de fechas apocalípticas, desde el año 1000 de nuestra era, cuando la Iglesia Católica se llenó las arcas invocando el retorno del Mesías, hasta el pasado 2000, cuando millones de creyentes que esperaban el fin del mundo descubrieron que, una vez más, habían sido estafados por sus líderes religiosos.

Cuando parecía que no quedaba ninguna fecha en la cual depositar nuestra fe, providencialmente surge el calendario maya con un conjunto de profecías mesiánicas y un dramático desenlace que, se dice, tendrá lugar el 21 de diciembre 2012, coincidiendo con el solsticio de invierno. Un situación que están aprovechando activamente las sectas, los medios de difusión, las empresas y los gobiernos, en su afán de conseguir clientes y seguidores.

Esas personas que, aún sin conocer los mecanismos del calendario, difunden que el fin de la era maya llegará en el 2012, están desinformando al pueblo. Se están sumando a una moda y no a un compromiso. Están convirtiendo la milenaria herencia de los mayas en un producto de masas. Están fomentando la histeria milenarista y el morbo de quienes esperan el fin del mundo, en lugar de la responsabilidad, el estudio y el amor por las raíces.

El Templo de la Serpiente Emplumada denuncia esta situación. Para nosotros, México no es un circo y nuestras tradiciones no son una mercancía. Por eso, no queremos hacernos eco del show mediático, político, financiero y seudorreligioso del 2012.

Sin embargo, no todo es negativo. Este fenómeno también nos deja una lección positiva: es una venganza de la historia. Por primera vez, un tema religioso propio de los indígenas de México ha desplazado a su equivalente cristiano. La gente no espera el 2012 porque lo diga la Biblia, sino porque “lo profetizaron los antiguos mayas”. Y el mesianismo asociado a esa fecha no tiene como figura principal a Jesús, sino a la Serpiente Emplumada.

Este hecho nos habla del vigor de las tradiciones indígenas de América y de su capacidad, no sólo para sobrevivir a siglos de persecución implacable, sino también para proyectarse hacia el futuro. Sin dudas, la fecha es falsa, pero la esperanza de la gente es auténtica. Eso nos compromete a seguir trabajando para llevar a los interesados información confiable, para profundizar en las bases de nuestra identidad y hacernos dignos herederos de los creadores de la civilización anahuaca.

En este momento, el equipo científico del Templo de la Serpiente Emplumada está investigando los documentos del pasado maya para poner al alcance del mundo las verdaderas profecías de ese pueblo, así como una correlación calendárica que pueda sostenerse sobre las evidencias arqueológicas. Cuando terminemos esta investigación, la daremos a conocer.

Gracias por su atención

Comité Coordinador TSE
24 de diciembre del 2011
Solsticio de Invierno y festividad de Witsilopochtli