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A Cool Million: Desmontando a Lemuel Pitkin – Nathanael West

A Cool Million: Desmontando a Lemuel Pitkin - Nathanael WestSátiras sobre el sueño americano y lo que representa ha habido muchas en la literatura (no sólo estadounidense); pero no habrá muchas que lo retraten con el grado de mordacidad y crueldad con que lo hace A Cool Million, de Nathanael West, escrita hace ya más de setenta años.
En esta novela breve West nos cuenta la historia del joven Lem Pitkin, un muchacho de Ottsville, un pequeño pueblo de Vermont, cuyo hogar va a ser embargado por impago; aconsejado por el propietario del banco local, el señor Whipple, se marcha a Nueva York con el propósito de hacer una pequeña fortuna para salvar su casa y labrarse un buen futuro. Sin embargo, ya en el tren que le conduce a la gran ciudad sufrirá el primero de una serie de reveses que le impedirán lograr sus sueños y le llevarán por un camino mucho más agreste.
A Cool Million está estructurado en forma de fábula, más que de novela; las desventuras de Lem no están narradas con el propósito de contar una historia, sino de ilustrar unos comportamientos y unos hechos. Por supuesto, la intención satírica es obvia desde la primera línea, pero eso no es obstáculo para que el texto nos sorprenda con unas invectivas terribles y lúcidas sobre ese sueño americano y sus consecuencias. El autor no pierde ocasión de utilizar el humor negro para poner de relieve las injusticias, las desigualdades y las atrocidades que se derivan de una concepción del mundo que ya en la década de los años treinta del pasado siglo causó demasiados estragos.
Los personajes con los que el protagonista va compartiendo aventuras son a cual más despreciable: desde el mismo banquero Whipple, fascista irredento que pretende formar un partido político que defienda los verdaderos intereses de la nación americana, hasta el señor Hainey, que le ofrece uno de sus primeros trabajos en la gran ciudad. Incluso los personajes que le acompañan en su periplo, como Betty Prail, parecen contagiarse de su mala suerte y también pasan por situaciones terribles. La envidia, el egoísmo, la crueldad o la intolerancia son los sentimientos más usuales que Lem se irá cruzando, y a pesar de los cuales nunca perderá su candidez.
Como sátira excesiva que es, A Cool Million divierte y espanta al mismo tiempo; las situaciones que presenta son completamente increíbles, pero no por ello dejan de ser una mirada inteligente y despiadada a un mundo que, ya hace tiempo, parecía apostar por un individualismo radical. Sin embargo, el estilo de Nathanael West es francamente ramplón: la estructura de la novela es débil, la cohesión narrativa brilla por su ausencia, los personajes no están bien definidos (sus voces, en muchas ocasiones, son intercambiables) y, más en concreto, su prosa es pobre. A pesar de que el tema es interesante y las escenas dan lugar a una visión que aúna crítica y humor, la lectura se resiente por una narración que no tiene nada de literaria y sí mucho de indecisa. El estilo es torpe, desmañado, y no consigue crear una atmósfera propicia para que el lector comulgue con la historia (y no digamos ya que sienta la menor empatía por alguno de los protagonistas); sus descripciones son simples y sus retratos esquemáticos, con lo que la sensación general es de fragilidad.
Pese a ello, A Cool Million es un curioso acercamiento a un tema recurrente en la narrativa americana, pero abordado desde una óptica crítica. Un libro que puede tomarse como curiosidad poco elaborada.